Hasta hace unos años se celebraban en Gumiel, los jueves de cada semana, mercados de transacciones de todo género, excepto de ganado, a los que venían feriantes de todo tipo: pasiegos, expertos en telas, vendedores de baratijas, boteros... en competencia con los de la población. Se colocaban en la plaza de San Pedro, excepto los de cacharros que se ponían en la plazuela de la Cruz. Por el pueblo circulaban desde por la mañana pregoneros, que anunciaban las ofertas de los comerciantes y las peticiones de compras de vinos y granos.