Hotel rural "La posada de Ventosilla"

En el término municipal se encuentra la finca "Real Sitio de la Ventosilla" de gran importancia histórica y económica, donde existe una magnífica explotación agrícola industrial. Ubicada en una amplia mancha de encinas la convirtió en refugio preferido de aves, perdices, jabalís y ciervos. La suavidad y el deleite de los aires dictó, quizá, el nombre de Ventosilla, que, por la calidad y abundancia de piezas, resultó un cazadero preferido para reyes y magnates. A lo largo del tiempo los más significativos personajes de la política, de la economía y de las artes, cazaron en estos parajes.

La reina Isabel de Castilla, tan entrañablemente desposada con el pueblo arandino, corrió tras los ciervos por la Ventosilla. Pero fue en los tiempos en los que perteneció a Don Francisco de Rojas y Sandoval, duque de Lerma, cuando alcanzó mayor esplendor. El duque ofrecía clamorosas cacerías al rey Felipe III y toda su corte. El mismo Rubens acudió con sus pinceles.

El duque levantó una capilla para que acogiera un magnífico retablo de tablas castellanas y formas góticas, dedicado a San Andrés, que presenta importantes pinturas sobre tabla de formas tardogóticas de finales del siglo XV o comienzos del XVI. El cual se conserva en la actual capilla levantada en los años 50.

Ordenó luego construir un palecete de piedra de sillería y de clara inspiración herreriana, que consta de dos plantas con amplias habitaciones a las que se llega por un amplio zaguán y un patio del que arranca una escalera. Actualmente restaurándose y en uso.

Es también este noble quien probablemente inició la colonización agrícola y ganadera de la finca, como demuestran escritos de la época.

Hoy en día, en manos privadas, se ha convertido en una explotación, en la cual se cría ganado vacuno, ovino, perdices,..., se mantiene un coto de caza, se produce leche, hay una incipiente bodega "Real Sitio de la Ventosilla", numerosos cultivos de cereal y viñedos.